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Lost in a dream

Un serie de catastróficas desdichas

<font color=#996666><b>Un serie de catastróficas desdichas</b></font>

Viernes 29 de diciembre de 2006.

Nos encontramos Eli, David y yo, en la casa de éste, en pleno debate acerca de la mejor disposición de todos esos fantásticos muebles que componen el salón de su casa. Deben ser como las 12 de la noche, y después de estar una hora habla que te habla “yo creo que si pones el sillón ahí, la TV en la esquina, tiras ese mueble y pones la mesa ahí, quedaría fantástico” “no se yo, que entonces el ordena no esta al lado del piano, y tienen que ir juntos, además no tiro nada” “pues yo creo que tampoco hace falta que estén juntos, pon la TV cerca del ordena para ver las pelis…”

Aaaaahhhh!!!

Yo estoy cerca, cerquísima, de la muerte cerebral, así que como ya se que esto no va a llegar a ningún sitio propongo bajar a cenar al chino….

No soy consciente de lo que me espera.

Salimos de casa los tres y decidimos bajar, para tirar, una caja llena de objetos varios. Subimos al ascensor y paradójicamente mientras David cuenta como su vecino le incordia con el correcto uso del ascensor, ya que uno puede quedarse encerrado, nos aproximamos al piso 0 y ¡¡booouuunnmmm!! Nos quedamos encerrados.

Bien, en mi corta existencia en vez de ir a mejor, poco a poco voy desarrollando cada vez más fobias y miedos que hacen de mi vida un fantástico camino de rosas, agradable y llevadero, sobretodo en una situación como la que me encontraba… encerrada con dos personas en un ascensor más pequeño que una caja de cerillas y a las 12 de la noche!! A mi me daba algo!!

David abre las primeras puertas grises pero la segunda puerta, esa del cristal, no se abre!! Vemos que estamos una cuarta por debajo del piso… yo ya me veía en plan película americana escalando y saliendo por el techo segundos antes de que se descuelgue el ascensor, caiga y explote!! Creo que he visto muchas pelis…

Eli eructa “no eructes guarra, que acabas con nuestro aire!!” le grito. Esta claro que he perdido el control. Y más cuando apretamos el timbre de Socorro y ahí no sale ni Rita a ayudarnos!! Me encanta ese espíritu compasivo y generoso del que todo el mundo presume pero que luego, a la hora de la verdad, nadie encuentra.

David decide llamar por el móvil al teléfono de averías que aparece en la pegatina. Se lo coge un tío que le da toda clase de instrucciones para que intente abrir la puerta, tiene que llegar a una polea y empujarla. Por supuesto la polea esta fuera de lo que es el ascensor y tiene que meter la mano por un hueco infernal.

Yo mientras tanto alucino!! Vamos a ver esto es el colmo de tener los cojones como el caballo de Espartero!! Que se gane el sueldo el hombre y mueva su culo hasta donde estamos y nos rescate!!

Pues no parece. “Intenta darle” dice el hombre. “Bueno pues si no llegas estaré en unos 25 minutos”. Madre mía que huevos!!

Yo propongo llamar al cuerpo de bomberos que nos salvan en un momento y encima nos deleitamos con el espectáculo. Nadie apoya mi idea y los dos empiezan a mirarme con cara de muerte. Me odian porque he perdido el norte, genial, lo que me faltaba.

De repente David saca un mechero-linterna, rebusca en la caja de utensilios que íbamos a tirar y saca una zapatilla de estar por casa, Eli le alumbra con el mechero-linterna y mete la zapatilla llega hasta la palanquita en cuestión y (por fin!!) se abre la puerta y somos libres!!!

Noto cierto recelo por parte de ambos por mi histerismo contenido… a lo que no quiero hacer ningún comentario porque tendríamos una gorda y paso.

Yuuuujuuu!!! Somos libres y podemos ir a cenar al chino…. NO!! Todavía no, hay que buscar el mechero-linterna que nos ha salvado la vida que en el jolgorio de la liberación hemos perdido. Por fin aparece!! (Esta parte la resumo, porque si la cuento parece de coña).

Vamos al chino a cenar, las tensiones desaparecen. Hasta que nos sentamos a la mesa y vemos como los chinos nos miran con cara de sueño, cansancio y desafiantes para que engullamos la cena y nos vayamos como alma que lleva el Diablo. Así que cenamos relámpago y salimos a los pocos minutos desconcertados, con el estómago lleno y con 5 pisos por subir andando hasta la casa.

En resumen, tenemos un ascensor roto, por lo tanto 5 pisos a pata con un estómago perjudicado por ese fast-chinese, un malestar general, cargo de conciencia por perder los papeles (manda narices!!), un gran agradecimiento a David-MacGyver y a las zapatillas de estar por casa y una fobia alimentada … entre otras cosas. Y todo en aproximadamente 30 minutos!!

No puedo sacar concluisión de este suceso, no me gusta perder el control en ciertas situaciones, que más quisiera yo que no ocurriera esto y ser capaz de vivir 6 años en un habitáculo reducido. Se lo que pasa por mi cabeza y se que métodos tendría que poner en marcha para solucionar el problema... por dios para eso me pasé en la facultad tantos años. Agradezco la compasión de aquellos que entiendan mi reacción y sólo me queda mencionar aquello que se decía en la película "Una serie de catastróficas desdichas de Lemony y Snicket"... algo así como... si lo has vivido sabrás de lo que hablo, si no es así, pues no lo sabrás.


4 comentarios

Andreiña -

Estooo... no lo voy a decir aquí porque como se enteren mis enemigos acérrimos ya tienen con lo que martirizarme... Por no hablar de que algún día seré famosa ;) oooh si, nenaaaa!

Pero te lo diré en cuanto nos veamos jejeje

Ahtramart -

Me alegra tu vuelta, Andreiña!! con ganas de verte, por supuesto, pero un poco más tranquilamente que los últimos encuentros express de escala en Torrelodones.
La vivencia, simplemente espero que no se repita, para que se sepa, hago terapia de choque y monto de nuevo en el ascensor (tengo que decir que sólo si viene David-MacGyver conmigo, mi nuevo héroe!! pero algo es algo).
Ahora, a toro pasado, como se dice, puedo reconocer el histrionismo de mi conducta... sé que muchas veces soy MUUUY exagerada, pero forma parte de mi encanto ;)
La ilustración, detalle de "Cenizas (Después de la caída)" de Munch.
Y por Calucifer!! que cuadro es el que te espanta?? no sabia eso!!
Besos!!

Andreiña -

Jooooooer qué caña jajajaajajajajajajaja Lo qué hubiera dado por verte... estooo, que no, que sabes que soy de las que te entiendo. Lo entiendo perfectamente. Yo tengo un miedo atroz a un cuadro del Museo del Prado (tú ya sabes cuál es) y me pongo histérica cada vez que lo veo. Lo del ascensor me parece hasta obligado en comparación. Me despollo con lo del mechero-linterna, lo del eructo y lo de David-MacGyver XDjuasjuasjuas! Repito: quisiera haber estado allí para brindarte mi apoyo (y palabrejas de chino para insultar a los del restaurante), pero seguramente me lo habría pasado bien y te habrías enfadado. Como bien dices, citando al magnífico Lemony Snicket (pseudónimo), si lo vives, pues sabes lo que se siente. Y si no, no. Y cuando cuentas algo en un blog siempre parece que te lo has estado pasando bien. Por cierto: gran dibujo para mostrar lo contrario, ¿dónde lo has encontrado?
Bueno, que me llaman para comer jeje, me encantan tus aventuras, pájara pinta, sigue así! Besos, ya me contarás qué tal los Christmas! ^_^

Joe el Misterioso -

Qué dice 'ña Marta, por ahi nos anduvimos perdiendo un poco. Yo encontré tu blog en LastFm.

Espero que este año tenga menos emociones como la del ascensor.

Saludos musicales desde Francia..!