Blogia
Lost in a dream

Días de verano

No sé si hoy podría calificarse como un buen día, supongo que encajaría mejor en la descripción de un día tedioso de vacaciones: verano, piscina, conversaciones con vecinos y noticias de viejos conocidos... demasiado para mí.

Empieza a ser una costumbre no leer los mails que me llegan y a ser molesto no saber qué trabajo buscar.

Agrando la única foto tuya que tengo, tan grande que parece que estás aquí.
Te miro, te recuerdo y la cierro.

Quedan muchos días de sol y el otoño se hace esperar. Cuando llega el otoño empieza a refrescar y, después de tanto sol, los malos recuerdos, secos, se caen. Y crecen unos nuevos. Y aparecen ilusiones.

Me cuesta sacarte de mi mente, y de nuevo, aquí apareces en la última canción y en la más antigua, en cada parpadeo te veo, en cada suspiro te siento, en todas partes... y me asquea tanto amor.

Y me cuentan que lo que siento parece ridículo. Yo pensaba que estas cosas nunca podían ser ridículas.

Y todos los días, todos, me pregunto qué voy a hacer con todo esto.

2 comentarios

Marta -

Me encanta tu comentario.
Quedamos a la espera del fontanero, teniendo en cuenta que ahora es complicado encontrar uno bueno y que son carísimos ;) pero nos negamos a perder cualquier tipo de esperanza.
No sé si el otoño nos hará más fuertes, pero seguro que no estaremos tan locos como estamos en verano, y eso ya es un avance.
:D

-Ádal- -

...No es una cosa en absoluto ridícula...

Cuando pasa que no hay manera de hacer desaguar el amor, es jodido, los recuerdos son la bañera, está a revosar y el puto fontanero que no viene... hay gente que le vale un desatascador, pero eso es sólo una solución momentanea. Lo suyo es el fontanero.

Quizá lo ideal fuera romper la bañera a martillazos, pero yo al menos ahora no tengo la fuerza suficiente...

Me ha gustado mucho este post, quien sabe, lo mismo el Otoño nos hace más fuertes...