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Lost in a dream

Hollywood

Hollywood

El cartel original fue construido en 1923 como reclamo publicitario de una compañía inmobiliaria, Hollywoodland, que pretendía urbanizar en la colina de Hollyw. Thomas Fisk diseñó el cartel, cuyas letras estaban decoradas con 4.000 bombillas que se iluminaban por la noche. En un principio, la vida del cartel iba a ser efímera. Sin embargo el florecimiento de la industria del cine en Los Ángeles provocó que se convirtiera con los años en su símbolo más representativo.

El cartel quedó asociado desde entonces a Hollywood, y no siempre por buenas razones. En septiembre de 1932 la actriz Peg Entwistle acabó con su vida saltando desde la letra H, expresando así su despecho hacia una comunidad que ya no contaba con sus servicios.

El cartel, situado a 500 metros de altura, ha tenido una vida más que difícil. En 1949 las letras estaban tan deterioradas que estuvieron a punto de desaparecer. La inmobiliaria ya no se hacía cargo de ellas, y las instituciones públicas no querían ocuparse del asunto porque esas letras no dejaban de ser el cartel publicitario de una empresa privada. Nadie quería asumir los costes de su mantenimiento hasta que la Cámara de Comercio de Los Ángeles encontró una solución. La Cámara pagaría los arreglos, a condición de que las últimas cuatro letras fueran eliminadas. Así, la palabra "Hollywoodland" quedó reducida a "Hollywood", de modo que ya no hacía referencia a una empresa inmobiliaria, sencillamente, a la Meca del Cine. Ese año perdió sus últimas cuatro letras y la iluminación.

El letrero se ha ido deteriorando progresivamente hasta 1973, año en que fue declarado monumento cultural histórico. A partir de entonces se ha restaurado en varias ocasiones, la última en 2005.

Las dimensiones del letrero se modificaron. Las medidas del primer cartel, de 15 metros de alto por 9 de ancho, se redujeron 3 metros en altura pero crecieron a lo ancho.

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