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Lost in a dream

Dream

Dirección y guión: Kim Ki-duk.
País:
Corea del Sur.
Año: 2008.
Duración: 93 min.
Género: Drama.
Interpretación: Joe Odagiri, Lee Na-young, Zia Kim, Tae-hyeon.
Producción: Kim Ki-duk, Song Myung-chul, David Cho, Kai Naoki y Kunizane Mizue.
Música: Park Ji.
Fotografía:
Kim Gi-tae.

Jin (Joe Odagiri) se despierta de una pesadilla en la que ha tenido un accidente de tráfico de camino a casa de su ex novia. El sueño le lleva ese lugar, donde se encuentra con las consecuencias de un accidente ocurrido de la misma forma que en su pesadilla. Sigue a la policíahasta la casa de la sospechosa y ve a Ran (Lee Na-young) negar la acusación de provocar el accidente y darse a la fuga, alegando que ha estado dormida toda la noche.

En la mayoría de las películas americanas el suceso que angustia es externo al protagonista, una bomba, un secuestro, un robo… en Dreams el problema está dentro, en el alma.

Y ahí es donde se encuentran los peores males, esos para los que no existe medicina y para los que no se puede pedir consejo en la botica.

No todos encajamos la vida de igual manera. A algunos nos cuesta, no es que nos suponga más esfuerzo que a otros, simplemente nos cuesta, todo.

Y en algunas ocasiones la realidad nos atormenta más lejos de lo que podemos controlar y tolerar, y los sucesos nos afectan más allá de la conciencia (de la razón) atacando nuestros sueños.

Los sueños reflejan nuestro estado mental, lo tranquilos o atormentados que vamos por la vida. Las alegrías, miedos y penas, guardadas bien adentro, se despiertan cada noche cuando caen los párpados y nos gritan disfrazados para que sea más divertido y laborioso reconocerlos.

Siempre he pensado que hay que mirar con lupa nuestros sueños y como pasamos la noche. Siempre nos dicen mucho más de lo que nosotros en vigilia podemos discernir, y en muchas ocasiones encuentran alivio a muchos males que nos nublan la mente consciente.

En una película decían “no tomes ninguna decisión sin haber dormido antes”, y demasiadas veces tras un sueño reparador vemos las cosas más claras, vemos cosas que no percibíamos antes o intuimos lo que nos espera. Demasiadas veces me he despertado descifrando la metáfora que me planteaba mi cerebro, como solución a un jeroglífico que me mantenía en vilo.

Aunque ahora no disfruto de los sueños porque se han tornado en pesadillas, a pesar de que sigo controlándolos en muchas ocasiones, sigo siendo una de las personas privilegiadas que los recuerda cada mañana. Y en innumerables ocasiones suelen resultar más bellos que la realidad.

Dream

4 comentarios

-ádal- -

mmmm... entonces supongo que te serán también muy familiares los conciertos oníricos... yo ya he estado en unos cuantos, de lo mas variopinto. Molan. xD

Ahtramart -

¡¡Los mios tiene hasta banda sonora!! Pero eso es que somos unos dormilones profesionales :D

-ádal- -

Yo también soy otro de esos privilegiados que sueña, y que casi siempre recuerda lo soñado al despertar... Me encanta hablar de los sueños y todo lo que los rodea...
Yo aun me sorprendo cuando encuentro gente que duda de si los sueños son "en color" o en "blanco y negro"... no saben lo que se pierden.

Andrea -

Pienso verla, pero no antes de ver Time, claro está. Todas las que me recomiendas me encantan, y el poster me ha dejado alucinada... Por no hablar del resto del post.
Qué bien escribes, Marta.